Una vez que llegué a al ex puesto de cocadas y ahora puesto de granizados, opté por caminar dos cuadras mas y llegar a una venta de empanadas, para aquél entonces ya me había dado algo de hambre. "empanados y las jugos" dejaba leer un cartel guindado en la fachada, era un sitio de cierta fama y su dueño era de origen gringo, de ahí el detalle de los géneros en cuanto al nombre del local.
ya con el estomago lleno me provocó entonces sentarme en un banco en la plaza, para mi sorpresa ese día no había bancos disponibles y antes que sentarme en el suelo preferí caminar un poco mas a otra plaza que generalmente tenía bancos disponibles sin importar que. Efectivamente logré llegar y recién se liberaba un puesto en uno de los bancos; siempre me ha incomodado sentarme en el mismo sitio en el que una persona ha estado sentada por una cierta cantidad de tiempo, ya que la calidez usual que deja atrás el cuerpo de aquélla persona no suele ser de mi agrado, sin embargo, se agradece el hecho de haber calentado el sitio.
No fue sino hasta después de que el reloj de la plaza sonara haciendo saber que ya eran alrededor de las cinco, cuando, divisé entre la multitud a una señora en cuclillas que llevaba a cabo una actividad un poco inusual. Al levantarme y acercarme a dicha señora, me percaté de que estaba fumando opio en una pipa tradicional "tipo china" y me resultó tan extraño, jamás lo había visto.
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